La cultura en que se ha formado el mexicano es catalogada como un carácter prestado, que lo llevamos como un disfraz para disimular nuestro ser auténtico. Aunado a esto podemos decir que no debemos ponernos cabizbajos, porque se puede cambiar como se cambia de traje.
Para poder llegar a dicho cambio es necesario saber cuál es la forma en que funciona el alma del individuo, así como también sus reacciones habituales y, a qué móviles obedecen. Esta lectura nos orienta hacía un estudio tan abstracto del ser humano (en este caso, el mexicano) en que muchas veces, no sabemos distinguir la gran discrepancia existente entre una personalidad (la real) y otra (la ficticia).
Se me hace muy buen punto de partida el comenzar con el mexicano machista que normalmente nos caracteriza a dondequiera que vamos, así como también el remontar hacía la época colonial y, el énfasis que hace en los distintos sectores de la sociedad para complementar este estudio.
Para poder llegar a dicho cambio es necesario saber cuál es la forma en que funciona el alma del individuo, así como también sus reacciones habituales y, a qué móviles obedecen. Esta lectura nos orienta hacía un estudio tan abstracto del ser humano (en este caso, el mexicano) en que muchas veces, no sabemos distinguir la gran discrepancia existente entre una personalidad (la real) y otra (la ficticia).
Se me hace muy buen punto de partida el comenzar con el mexicano machista que normalmente nos caracteriza a dondequiera que vamos, así como también el remontar hacía la época colonial y, el énfasis que hace en los distintos sectores de la sociedad para complementar este estudio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario